jueves, 4 de febrero de 2021

La muerte de la esperanza.

 Ayer tenía una pequeña ilusión, perdí por fin el miedo y le escribí, le dije que necesitaba hablar con él, que no podía dejar pasar más tiempo, que necesitaba verlo periódicamente que debíamos concretar un plan. Para ser sincera escribí sin esperar respuesta pero cual sería  mi sorpresa cuando me respondió a los pocos minutos, diciéndome que todo para él también había sido extraño y que por ello no se había comunicado conmigo pero luego surgieron esas palabras que me entusiasmaron tanto, ¿mañana en la tarde hablamos? Como tonta le escribí inmediatamente que sí. Después silencio.

Ha pasado el tiempo, ya el ocaso se acerca y aún no se ha comunicado conmigo.  Sigo esperando pero pronto habrá terminado la tarde y yo he perdido todas las esperanzas y toda la motivación. ¿Qué debería hacer? Me siento tan perdida. En momentos así quisiera buscar un nuevo camino pero no sé si ya sea tarde, he errado tantas veces, parecía que era lo mejor para mí, pero tal vez no lo sea. Odio haber tomado esta decisión. 

No puedo estar esperándolo por siempre, tendré que crecer yo sola, aunque no sé cómo hacerlo. Tal vez así, reflexione detenidamente mis decisiones en el futuro.