
Autor: Irving Wallace
Contraportada: No estaba en ningún mapa pero existía. La Isla de las Tres Sirenas, perdida en algún lugar de Pólinesia, era el último paraiso: el lugar donde se habían mezclado la tradición social polinesia y las ideas de David Wright, utopista britanico del sigolo XVIII.
Un plato apetecible para un etnólogo... si alguno supiera de ella. Eso es lo que casualmente llego a suceder y a las Tres Sirenas arribó un equipo que, con los prejucios y peculiaridades de sus miembros, tendría que enfrentarse a un mundo distinto, en el que los valores -y particularmente las pautas de comportamiento sexual- les resultarían forzosamente embarazosos o desde la visión de algunos, indecentes. Pero, con el tiempo, la isla estaba llamada a cambiar la vida de los expedicionarios.
Ágil, apasionante y bien documentada, La isla de las Tres Sirenas es una espléndoda muestra de la receta de Irving Wallace para cautivar al lector: rigor y amenidad. Un deleite como novela. Y una bella reflexión sobre lo relativo de la cultura.
Opinión: Aunque la primera parte la considero bastante pesada, precisamente porque la descripción de los personajes es muy minuciosa, el resto de la novela es muy fluida. Te transporta a un mundo utópico en el que las convenciones son muy distintas a las de nuestro mundo. Te lleva a reflexionar acerca de como a fecta a nuestra sociedad el que el sexo sea un tabu y que tal vez si éste no fuera el caso podríamos vivir en un mundo con mayor equilibrio y felicidad.
Me gustó porque te muestra una perspectiva nueva, además ves como es que personas con distintas personalidades responderían ante tales cambios y como afecta su vida una vez que interactuan con una sociedad como esa. Claro, como conoces a los personajes tan bien, es fácil ver el antes y el después.